Las personas siguen esta simplicidad voluntaria por varias razones como la espiritualidad, la salud o la sostenibilidad ambiental. Otros pueden seguirla por razones de justicia social, rechazo al consumismo o simplemente porque es la forma de vida que más felicidad les aporta.
Las raíces de la vida sencilla
El minimalismo extiende sus raíces en la historia. Estoicos, epicureistas, cínicos, budistas y algunas órdenes cristianas han construído sus cimientos sobre la vida sencilla y han predicado el seguimiento de estilo de vida basado en lo esencial como máxima para conseguir la tranquilidad de espíritu. Aun hoy sus enseñanzas nos resultan inspiradoras y llenas de sentido.
¿Qué podemos hacer para simplificar nuestra vida? Un decálogo de la simplicidad
- Haz ejercicio físico simple y funcional: muévete, salta, levanta cosas pesadas, estírate…
- Aprende a cocinar y a comer de manera simple.
- Regálate momentos y períodos de silencio.
- Medita cada día y focaliza tus objetivos diarios.
- Reduce tu ropa y objetos de casa..
- Valora los pequeños placeres de la vida: puesta de Sol, comida con amigos, paseo por la playa, conversación con tu pareja…
- Usa la tecnología de manera consciente: desconéctate de manera frecuente.
- Conecta con la gente que amas.
- Conecta con la naturaleza.
- Lee más sobre vidas o filosofías inspiradoras.
Este decálogo se resume en ‘Menos es más’.
Podéis escuchar el podcast completo en el siguiente vídeo. También podéis escuchar mis otras participaciones en BCN REAL sobre sentido del humor y éxito social, y nuevas masculinidades.